jueves, 3 de febrero de 2011

El síndrome de la isla

La gente que llega a la isla, a vivir me refiero, de turismo vamos a cualquier sitio, suele enfrentarse a varios problemas, trabajo aparte.
Por un lado piensan "Bien, como mucho tendré que recorrer treinta kilómetros para llegar a mi lugar de trabajo". Y llevan razón. Treinta kilómetros en el peor de los casos. Por regla general, casi podemos llegar andando desde nuestro hogar. Pero por el otro, y este no lo piensan tanto, si quieres huir, escaparte, perderte en cualquier rincón, también puedes coger el coche y volver a recorrer esos treinta kilómetros. No hay más. No es una cuestión de distancias, porque probablemente, muchos lectores no sobrepasen ese trayecto en todo el año. Es una cuestión de mentalidad, es vivir a otro ritmo. No es ni mejor ni peor, sólo costumbre. Y no todo el mundo lo soporta.
Es cierto que vivir en una isla como Ibiza tiene grandes inconvenientes. Aspectos relacionados con las comunicaciones o la telefonía son más propios de paises tercer mundistas que de una sociedad desarrollada. No tengo datos, pero les puedo asegurar que gran parte de la isla no puede tener un ADSL en condiciones. Eso sin contar el tiempo de espera hasta que te la pongan. Y no pidas algo para dentro de las próximas 24 horas, si no es comida en un restaurante, porque probablemente no lo habrá.
Las grandes empresas son una quimera, las medianas y pequeñas tienen una cultura muy costumbrista. No importa si los tiempos cambias, los métodos utilizados son los mismos.
Quizás sea esa mentalidad la que les permite subsistir, o la que le lleva a la ruina, cada día un poco más.
Pero también es cierto, que en el día a día, la vida discurre a otro ritmo. El tiempo de disfrute, de tomar el sol, de tocar el mar, o la montaña, del hoy no y mañana ya veremos, permite esta forma de vida basada en el turismo. Y que te acostumbras, o no te acostumbras. Pero no hay secretos. Y si los hay, tal vez mañana se lo cuente. Hoy no.
Escrito desde Talamanca, Ibiza

miércoles, 2 de febrero de 2011

Promoción turística de Ibiza

El mes pasado se celebró una nueva edición de Fitur. Yo no entiendo la santa manía de promocionar esta isla a través del trasero de las chicas. No es que me parezca machista (que también se puede interpretar), no es que no venda, que vende. Lo que me parece indignante es que ésta sea la única forma de vender nuestra Ibiza.
Yo, en mi modestia, también he creado un vídeo de promoción de Ibiza(y gratis señores funcionarios, GRATIS. Sí, promociona mi web, nada más faltaba que promocionase la suya. Pero no aparece ni un sólo trasero, ni un trozo de carne siquiera.
¿Milagro? No. Sentido común. Si uno busca playas de Ibiza, el primer video que aparece en el buscador es un trasero femenino. Y no digo que no los haya. Pero eso lo conoce todo el mundo.
Hagamos una apuesta queridos representantes del Fitur. Ustedes pongan el vídeo, y si conocen todo lo que aparece en él, no les dedico ni una línea más. Pero si no lo conocen, reflexionen un poquito nada más. Sacudanse la neurona que atraviesa el cuerpo hasta la entrepierna y muestren lo que Ibiza puede ofrecer.
Aquí les dejo el enlace al video de turismo y playas de Ibiza

martes, 1 de febrero de 2011

Ibiza y su web oficial

Hay muchas formas de dar a conocer Ibiza. Algunos portales ofrecen, sobre todo los oficiales, un punto de vista un tanto artificial. Presumen de lo mejor y ocultan o pasan por alto, no sé cual es la diferencia, información que es realmente relevante. Puede ser buena o mala, pero es relevante.
Yo pienso que no hay nada como conocer ambas. Si tengo constancia de que un sitio es un desastre auténtico pero tiene unas vistas espectaculares, pues me gusta saber ambas cosas para no sentirme engañado.
Esta ha sido la filosofía que me llevó a montar soloibiza.com, una web de Ibiza. Más de una vez he pasado por las oficinas de turismo pidiendo fotografías gratuitas de la isla, de monumentos, lugares. Pues bien, resulta que no tienen. Las fotografías son propiedad de fotógrafos particulares que ceden su foto para una publicación en particular.
Y entonces me hice la gran pregunta. A ver, si no hay una persona encargada de realizar las fotos, tampoco la van a tener para visitar el sitio y realizar los artículos. Entonces, ¿cómo están escribiendo toda esta información?
Pues bien fácil. Si ustedes siguen las indicaciones para llegar, por ejemplo, a un bien de interés cultural, si siguen escrupulosamente esas instrucciones, lo mejor que les puede pasar es que lleguen a la costa. O eso, o pueden estar días dando vueltas y vueltas.
Les ilustro con un ejemplo. Sa Cova des ví, o la cueva de Ses Fontanelles según el panfleto ibiza.travel, esa gran web oficial. Pues bien, la información del portal es lo mejor que podemos encontrar. La posición en el mapa gps, que se encuentra en Sant Antoni des Portmany y que está abierto todo el año.
Estos señores están más ocupados en vender plazas hoteleras que en promocionar la isla, que es su puñetera obligación.
¿Abierto todo el año? Por partes. Esta "cueva" es un espacio semicerrado que no llega a cueva, se lo puedo asegurar, con una reja que impide el paso. ¡Como demonios va a estar abierto todo el año si no hay puerta! Las pinturas las puedes ver desde el exterior. Perdón, las pinturas no, las pinturas ya no existen. Quedan manchas en la pared y unos trazos, que desconocemos si son las pinturas o la obra de unos vándalos.
Lo que tampoco explica esta "magnífica" web, es que para llegar tienes que atravesar una carretera en condiciones pésimas, que desde Cala Salada, rodea una montaña. Que el acceso a la cueva no tiene indicaciones, así que, o te sabes el camino o llegas al fin de la civilización.
Tampoco te explican que, despues de aparcar el coche en el único sitio posible, y tentando a la suerte, aún te queda que bajar por un buen tramo a pie. Si no te equivocas o te partes la cabeza con las piedrecillas que resbalan por todo el camino consigues llegar a un trozo de risco donde a duras penas te puedes agarrar a algo. Tras la cueva hay unos escalones que también están sueltos y que llevan a lo que, supuestamente, era la cueva original. Aunque todo esta por demostrar, porque tampoco hay cartel o indicación que te diga que narices es aquello.
A la vuelta, no es que haya que estar en forma, es que yo subo a un quinto sin ascensor todos los días un par de veces, y casi echo el hígado. Algo más apropiado para hacer senderismo que turismo cultural.
Pero claro, usted venga, ocupe su plaza hotelera, y si no le gusta lo que hay, pague y se va. Porque aquí no se fomenta el turismo, se fomenta el atropello.Yo por si acaso sigo escribiendo artículos de los sitios que visito. No pongo enlaces a una federación y me llevo la pasta. Localizo los lugares, me informo, comparo precios y ofrezco casi lo que no ofrecen los propios hoteles. Igual no consigo realizar tantas ventas a través de mi web. Pero nadie podrá decirme que no he invertido más tiempo y trabajo que la propia web oficial.